1/7/09

Para ir acabando

En el momento en que este texto se escribe, le quedan al autor dos días, ocho horas y cuarenta y ocho minutos para acabar de mandar cartas desde Hungría en su Magyarpost particular. Dos días, ocho horas y cuarenta y ocho minutos para tener suelo mediterráneo bajo los pies y abrazar a la familia y a los amigos. Pero antes de eso tiene tiempo el autor de hacer examen de conciencia y de repasar los que a él le ha acontecido. En resumen, para ir acabando,

- se ha bañado en una piscina con el agua a cuarenta grados mientras se le deslizaban copos de nieve por la cara,

- ha visto, mientras bebía vino dorado de Tokaj, a un japonés sin más vestimenta que un calcetín tapándole los genitales, y con el tórax pintado imitando la forma de algún insecto, bailando y dando brincos ¡Qué kafkiano todo!

- ha contado las estrellas del cielo de Budapest hasta llegar a la asombrosa cifra de trece (y sin culpar a la tan vilipendiada contaminación lumínica),

- ha compartido mesa con una niña de nueve años que vive con su abuela y que no ve a su madre, que trabaja en Londres, hace dos años,

- en un mismo día, un grupo de neonazis le confundieron con un gitano y la policía con un neonazi,

- ha dado matarile a un cochino con un gorro de piel sovietiquísimo en la cabeza (y seguro que sacado del lomo de alguna especie protegida),

- ha bebido palinka casero de melocotón con un hombre enamorado del farwest, con pretensiones de cow-boy, sin más pasión que los caballos, con chupa con bandera de la "Navy Jack" bordada y todo, y que ahorra parte de su subsidio de desempleo para comprarse un potro al que domar,

- ha formado parte de un grupo de creativos-mentes inquietas que intercambiaban ideas sobre música, cine, literatura, política, religión... en los bajos de una bar judío donde se sirve un kosher estupendo,

- ha tenido tiempo hasta de enamorarse,

- piensa que no le queda literatura latinoamericana protagonizada por dictadores y caudillos sin leer. Monomanía, piensa,

- ha conocido a una alemana con zapatillas converse que estudiará teología para convertirse en sacerdotisa de la iglesia protestante (y dice sacerdotisa por no decir pastora, que no le suena ni bien ni políticamente correcto),

- ha aprendido a preguntar en húngaro por dónde se va su casa sin entender la respuesta,

- se siente orgulloso de haber cocinado platos húngaros que le recuerdan a la olla española de su madre,

- se ha dejado barba, que dicen le da aspecto bohemio. Tiene amigos románticos,

- ha cantado el " dicen que Budapest es muy bonito por las noches" ante la audiencia apretujada de un tranvía,

- ha comprobado, mientras tenía la cabeza llena de cálculos y cambios de divisa, la presencia constante de la basura en Rumanía, del ejército en Serbia y de Juan Pablo II en Polonia,

- ha descubierto que el programa de lavado rápido de su lavadora ni lava ni es rápido,

Y, para ir acabando, firma:
En Budapest, el primero de julio de 2009.

1/6/09

El auténtico dobermann

Quedan apenas días para que se cierre la campaña de las europeas. Los políticos de todos los colores gastan los últimos cartuchos de sus cananas de márquetin electoral. Cartuchos de unas escopetas nunca peor apuntadas a Bruselas - a 27 blancos como 27 capitales disparan los contendientes.

En Hungría, como en España, como en Alemania, como en el Reino Unido... los partidos hacen campaña con los discursos centrados en las gestiones domésticas de los gobiernos. La crisis internacional se está demostrando por los partidos de la oposición como nada más que una suma de crisis nacionales. Les falta razón: la disminución de los flujos de intercambio y de capitales, la falta de liquidez y, lo que es peor, de confianza, en los sistemas financieros y en los mercados es una realidad global contra la que los gobiernos poco pueden maniobrar.

No obstante, los gobiernos sí han tenido margen para actuar y adaptar la crisis a las condiciones nacionales. En términos de desempleo en los países occidentales, España ha pasado del 8.8% de diciembre al 17.4% de marzo, mientras que Francia lo ha hecho del 7.7 al 8.8, Alemania del 7.9 al 7.6 y Reino Unido del 5 al 6.6 en el mismo periodo(Organización Internacional del Trabajo, Bloomberg, Newsweek).

En estas condiciones, las campañas se vuelven deshonestas y sucias. El PSOE emitió en 1996 un spot de campaña con un dobermann simbolizando a la derecha cavernaria (en palabras de Alfonso Guerra, esa fuente inagotable de perlas exquisitas) que bien podía morder los intereses de los españoles. Ahora saca a los versus, la voracidad de la derechona y sus ansias de quitar derechos a los trabajadores, hasta a un pelón que enseña los dientes y que dice que los homosexuales son enfermos.

Esa derecha cavernaria no es la derecha democrática contra la que ese vídeo y esa campaña se han editado. El auténtico dobermann se ha alimentado del fracaso de unas políticas sociales que han primado el subsidio por encima del empleo, que han penalizado el éxito arrastrando la productividad. Y ahora pretende restringir el mercado.

Cuando el socialista Gordon Brown dijo aquello de "British jobs for British people" (puestos de trabajo británicos para los británicos), recordemos, en un espacio europeo de libre circulación de trabajadores, no hizo más que dar alas al Partido Nacionalista Británico. El BNP (por sus siglas en inglés) viene sacando pecho desde la crisis de las refinerías y ganando adeptos para su causa con su discurso racista. Los gastos de los parlamentarios de Westminster también les ayuda. Sacarán asientos en Bruselas los dobermann.

Otros dobermann, más rabiosos, son los magyares. La agrupación ultranacionalista Jobbik ("el mejor", en húngaro) puede colocarse en tercer lugar en los resultados del próximo día siete, tras conservadores y socialistas, en los comicios europeos. Hasta el eterno tercer partido del parlamento de Budapest, los liberal-demócratas, piden el voto como tercera fuerza como contrapeso de Jobbik.

Jobbik tiene un programa sencillísimo. Tres puntos: trabajos húngaros para los húngaros (¿déjà vu?), pena de muerte y la creación de un cuerpo especial de policía para vigilar a los gitanos. "Nuestro gobierno les da subsidios de desempleo y ellos nos lanzan la bomba de la población: cada vez más niños, cada vez más gitanos" vienen a decir estos pretendidos mejores. Cualquier suceso que incluya a un "gipsy" en el titular se amplifica. Los casos de asaltos y de revueltas contra la comunidad gitana, especialmente significativa en Hungría, suben como la espuma. Cada vez más, gitanos de Hungría y de República Checa hacen cola en las embajadas de Canadá pidiendo asilo. En la Europa de los Derechos.

Los gobiernos húngaro, británico, español... no han sabido dar una respuesta a la crisis económica. Ni en términos económicos (en Hungría especialmente, con la cabeza del premier en bandeja), ni, lo que es peor, en términos sociales. La falta de trabajo empuja a muchos a disfrazarse de uniforme - y es que Jobbik tiene autorización para organizarse con estructura militar, con sus escuadras y marchas marciales - mientras algunos señalan a la víctima como al victimario.

Un dobermann anda suelto. Y su amo, cruel, le ha aflojado la correa.

25/5/09

No-Kissing policy

Parece que nada es imprescindible. Todo es contingente, susceptible de ser cambiado, anulado, sublimado a las necesidades (por cierto, contingentes, susceptibles de ser cambiadas...). Hasta lo que hoy se considera impepinable, bien puede diluirse en las aguas turbias de la necesidad. Hasta las relaciones humanas, hasta los besos. Manda huevos.

Esta moda estúpida se ha venido a llamar política de empresa e impide a los subordinados besar. Ni al novio ni a la novia. Ni al marido ni a la esposa ni a la querida. Nada de besos delante de los clientes, ni a espaldas de ellos, ni a su izquierda, ni a su derecha. Pueden considerarlo ofensivo o como una pérdida de atención a sus necesidades (contingentes,...), o como una falta de respeto. Estos capullos tienen siempre la razón.

Mentira cochina. Según un experto consultado al afecto, algunos negocios llegan al extremo para evitar cualquier denuncia, externa o interna, de acoso sexual. El que escribe, que no tenía intención de denunciar a empresa ninguna, ni desde dentro ni desde fuera, ni mucho menos, se tuvo que ir a casa con un modesto apretón de manos y una explicación tan poderosa como tocapelotas. Y con varias cervezas de más - en algo había que entretenerse, digo yo.

Decía un maestro (uno muy bueno, por cierto) que algunos de sus colegas tenían miedo a darle un beso o un abrazo a un muchacho, no fuese que los padres vayan a ir diciendo por ahí o, peor, a denunciarles. El miedo les lleva a morderse los puños de impotencia por no poder arropar a un muchacho que puede necesitar ese cobijo.

A ese nivel se están reduciendo las relaciones personales.

Vivimos en un mundo acelerado. Nos las hemos arreglado para reunirnos sin estar en la misma habitación. Mantenemos familias y amistades, da igual donde vivan, por medio de emails, llamadas de teléfono. Los hay que hasta se bajan los pantalones con los pop-ups. Mientras en la empresa no nos dejan besarnos cuando nos peta; no podemos permitirnos abrazar a un muchacho, por mucho que lo precise.

Mientras la locura no pase a pandemia o a, mucho peor, norma respetable, razonada e incontestable, abracen, besen, toquen. Sientan. Vivan.

5/5/09

Carta a la SGAE

Ya han cobrado sus miserables 5.000 euros. Miserable no por la cantidad, si no por la bajeza con que han mandado a su mamporrero a por la suma. La SGAE se luce de nuevo. Esta es la carta que les he remitido hoy a referencia del cobro "de lo suyo" a la familia de un niño enfermo que busca una solución al síndrome de Alexander.

Que lo disfruten:

Estimados (aunque no merezcan ninguna estima) Señores:

Me pongo en contacto con ustedes después de haber leído las informaciones sobre su actitud en el caso del concierto de David Bisbal a beneficio de la familia de Juanma, el niño que padece síndrome de Alexander.

De los 50.000 euros que recaudaron, solicitaron su diezmo en concepto de derechos de autor. Si no los daban por adelantado no habría concierto. Es mi mensaje comunicarles que han cometido un error tremendo. Un error que bien debería costar el puesto de todos ustedes y, si me apuran, la sociedad misma.

Ustedes, que se han autoproclamado, en virtud de no sé qué, defensores últimos de la reserva cultural de España, mandan al hombre del saco (saco o bolsa de monedas) a cobrar a una ama de casa y a un camionero que han gastado ruedas, energías, dineros... para salvar la vida de su hijo.

La esperanza de esa familía está en las manos de un laboratorio universitario estadounidense que desarrolla los fármacos que bien pueden ser la solución, más o menos remota, a la enfermedad del niño. No hace falta ir a Salamanca para comprender que la investigación y análisis de esas medicinas cuesta dinero. Piensen, si tienen tiempo entre resaca y resaca de la borrachera de cartera ministerial que tienen, si lo que han hecho es proporcionado o aceptable.

Ustedes, erre que erre, mandan al cobrador a pasarles la minuta a la familia. Y tienen la desfachatez de decir que no hacen más que cumplir su trabajo. Su trabajo es, recuerden, en este caso, robar y faltar al respeto la buena voluntad de los que intentan, con lo poco que tienen, ayudar al chaval.

Hablan de los derechos de los que componen, de la dignidad de los que escriben, de la solidaridad con los que crean. Bajen del guindo y comprendan los derechos de Juanma a vivir y a buscar una solución a su mal; entiendan la dignidad de una familia y un pueblo que han pasedo huchas de puerta a puerta y han dado vuelta a sus bolsillos. Y no soliciten solidaridad que se me llevan los demonios.

La música amansa a las fieras, y en este caso daba esperanzas a una familia a la que le quedan pocas. Bien podrían ustedes escuchar alguna cancioncita (les recomiendo contenido con licencia Creative Commons, que es estupendo), bajar la guardia, feroces cancerberos, y no dar ese espectáculo soez y bajo al que nos tienen acostumbrados.

Reciban un cordial saludo. Que tengan un buen día y la conciencia, o lo que les quede de ella, revuelta,
Fernando Luengo

20/4/09

La conspiración

El pasado viernes, la policía de Santa Cruz (Bolivia) desmanteló a tiros una trama terrorista que pretendía matar al presidente Evo Morales. Los cinco terroristas, alojados en un hotel de la ciudad andina desde donde preparaban el magnicidio, se enfrentaron al fuego de la policía. El balance fue de tres conspiradores muertos y dos detenidos. La noticia, que en España (por lo menos en los digitales) parece pasar inadvertiva eclipisada por la cumbre de las Américas, está abriendo los telediarios de Hungría desde entonces. Tres de los figuras tenían, entre otros, pasaportes húngaros.

La compañía la formaban un irlandés, un boliviano-croata, y los tres magiares. El irlandés y dos húngaros murieron como resultado de la intervención policial. Los otros dos siguen detenidos y a espera de juicio.

Eduardo Rosza Flores está entre los caídos. Ojo al perfil: padre boliviano, madre española, voluntario en el ejército croata durante la guerra de Yugoslavia - con lo que también se lleva un pasaporte de Zagreb -, periodista entre tiro y tiro para la Vanguardia y la BBC en español el tiempo que duró el conflicto. En los últimos años se identificaba con el grupo de extrema derecha Jobbik (ver Fiesta más abajo), y se le relacionaba con Conciencia 88, un grupo radical y con comandos paramilitares. De origen judío, encuentra la espiritualidad y, como Cat Stevens, se convierte al Islam. En Hungría ostentaba el cargo de vicepresidente de la comunidad musulmana,que ha anunciado para la semana que viene santo responso, despedida calurosa, funeral de honor... Vida tan interesante llegó a grabarse en 35mm en un documental llamado "Chico" (del director húngaro Ibolya Fekete). No es para perderse el blog que el figura tenía, de a los que le gustan redibujar mapas de Oriente próximo.

No se pierdan a los otros dos húngaros. Árpád Magyarosi, 27, que nació en Transilvania (eterna reclamación húngara), vivía en Budapest y dedicaba su tiempo a su guitarra, a su grupo de música y, de vez en cuando, a entrenamientos paramilitares. Compartía afición con su paisano Elód Tóáso (este está detenido).

El irlandés Michael Martin Dwyer, de 25 años, es el caso del que pasaba por ahí y se lió. Estudiante de construcciones, contactó con Rosza a través de alguna red social virtual, en la que se podían ver fotos suyas vestido de camuflaje. La familia, dice la BBC, están de una pieza.

Nos queda el último, un croata de nombre muy croata también, Mario Francisco Tadic Astorga, de 58 años, excombatiente en Croacia donde conoció a Rosza. Este sirvió al ejérito croata hasta el 99.Como Tóáso, está a la espera de juicio.

El oficialista MAS no ha tardado en dar su visión de los hechos. Para el vicepresidente boliviano, Álvaro García Linera, es un encargo de la oposición para acabar con la revolución socialista. Afirma que los cinco piezas se estuvieron entrenado en las provincias de Santa Cruz, Beni y Pando, al tiempo que mantuvieron reuniones con líderes opositores. Señaló directamente a Branko Marinkovic, de origen croata y que fuera presidente de la Comisión pro-Santa Cruz, como posible responsable de lo ocurrido.

La oposición afirma que no se han mostrado pruebas de ningún tipo, sobre todo porque no las hay, y que se les está tratando, una vez más, como el chivo expiatorio de los problemas del régimem.

Se abre el telón y aparecen cinco terroristas, de los cuales tres húngaros, un croata y un irlandés, y a cual más pintoresco ¿Cómo se llama la película?
No sé si película, pero pronto se rueda. Propongo: Eurotrip 2: de NuEvo (es malo, pero no puedo estar brillante todos los días)

23/3/09

Gyurcsany, ese hombre

El sábado, el que hasta ahora es el primer ministro húngaro, Ferenc Gyurcsany, anunció su dimisión ante el congreso del Partido Socialista Húngaro (MSzP, por sus siglas en húngaro). Pone su cargo a disposición del que mejor pueda enterdérselas con las del país, alegando que "he oído que soy un obstáculo para la recuperación y la estabilización económica". Dijo, además, que, como prometiese hace un año, su renuncia responde a la bajada en el porcentaje de húngaros que apoyan su gestión - el 18%, el segundo peor valorado de Europa después del ucraniano Yushenko, a la cabeza con un 2.

Aparentemente, la renuncia es la consecuencia directa de la profunda crisis económica que sufre el país y de la inactividad que ha mostrado el ejecutivo de Gyurcsany para afrontarla. Hungría es el tercer país europeo en el que los gobiernos han sucumbido a la recesión, después de Islandia y Letonia. Gyurcsany afirmó estar dispuesto a formar parte del nuevo gobierno bajo una nueva dirección.

Y he dicho aparentemente, por que nada es cierto aún. La agencia de noticias húngara MTI informa de que, según fuentes del MSzP, para el 14 de abril podría formarse un nuevo ejecutivo. Pero para entonces los socialistas húngaros habrán de conseguir el apoyo de al menos cuatro diputados de la oposición, los que le faltan para la mayoría absoluta y formar nuevo gobierno.

¿Quién es este Gyurcsany? Un mes después de ganar las elecciones de 2006, se revelaron unas grabaciones del presidenciable en un descanso de una entrevista de radio. Se escuchaba al que fuera líder de las juventudes comunistas en el antiguo régimen diciendo que había mentido sobre la situación económica durante la campaña. Otra víctima del micro abierto.

(Imagen:Diana Lili M)

Es el mismo que no ha sabido prever la nube que se avecinaba. Hungría, en su día la perla ex-comunista de la inversión extranjera, sufre la que bien puede ser peor depresión económica de los 27. con una expectativas de crecimiento negativo para el 2009 de -2.5% (FMI), el déficit fiscal supera el 9% del PIB y la deuda pública el 73.8% (CIA World factbook). La falta de crédito y confianza en los mercados ha hecho que la inversión se haya contraído sustancialmente, arrastrando al fórint, que ha perdido en cerca de un 20% su valor en referencia con el euro en los últimos seis meses (la fuente es yo mismo, que para eso cobro en fórints...). Alentados por un cambio favorable, las familias contrataron hipotecas en euros y francos suizos (con tipos muy por debajo del 11 de Hungría), y ahora se las ven y se las desean para afrontar la letra.

Es el mismo que en octubre recibió 25.000 millones de dólares de la UE, del FMI y del BM para salir de la crisis. El mismo que el 1 de marzo fue a Bruselas pidiendo otros 241.000 millones, que no falte de ná, a la UE para rescatar las economías en peligro del Este, para acelerar su entrada al euro y para evitar que cayese un nuevo telón de acero entre la cornucopia de la Europa occidental y la paupérrima vecina oriental. Quien no llora no mama, pensaría. Pues no mamó. Se llevó noes como bofetones de Merkel, Sarkozi(muy querido en Hungría, por cierto, por sus orígenes), de Topolanek de Rep. Checa y de Tusk de Polonia.

Y mantengo el aparentemente porque su renuncia huele a maniobra medida y calculada hasta el extremo. Horas después de su discurso de renuncia a los miembros de su partido, recibió el apoyo del 80% para seguir como presidente del MSzP. En su discurso no hay nombres, ni hay ningún primo inter pares entre los socialistas que apunte al cargo. Y es de ser primo suicidarse políticamente de esa forma teniendo en cuenta que han de celebrarse elecciones en la primavera del año que viene.

El Partido Popular húngaro (Fidesz-KDNP), principal de la oposición, a propuesto en un comunicado que, ante la crisis abierta que dejan las palabras de Gyurcsany, se convoquen elecciones ahora antes de esperar a un nuevo gobierno que no tenga tiempo ni de gobernar. Las encuestas sobre intención de voto les dan a los populares una ventaja sobre los socialistas, y es ahí donde está la táctica de este Gyurcsany. Para el 14 de abril, si es esa la fecha, el presidente de la república no tendrá a nadie más a quien proponer para el puesto más que al mismo Gyurcsany, levantándose como el único resuelto y capaz de solucionar los problemas.

Pero es una táctica, no una estrategia. Ser el único capaz de entre los socialistas para solucionar la crisis, cuando se ha mostrado impotente los últimos tres años, dice muy poco en favor de los socialistas. Una veta que los populares van a saber explotar y sacar buen provecho. El fallo de Gyurcsany es de cálculo: no necesita la confianza de los que le votan, si no convencer de que su paquete de mejoras (la más sonada, cobrar doscientos fórints por una visita al médico) puede sacar a Hungría del atolladero más rápido y mejor que la de sus oponentes. Y ni con esas. Hasta 2005 formaba gobierno con los demócratas liberales, que proponían más austeridad y recorte de gasto, y no ha sabido reconciliar posturas.

Mucho me temo que Gyurcsany, ese hombre, va a ser bien pronto un ecce homo.

16/3/09

Fiesta

La noche no acabó mal del todo. Me metió mano hasta sitios que no tienen nombre, y me susurraba algo al oído que no llegaba a comprender muy bien, pero que no sonaba mal del todo. Le quise pedir el teléfono, para quedar y tomar un cafelillo, más tranquilamente. Al final hasta nos tuteábamos. "Buenas noches y que te vaya bien", le dije, cuando me iba, al antidisturbios.

El 15 de Marzo, en rojo en los calendarios húngaros, es fiesta nacional. Recuerdan una revolución fallida, como tantas. Esta vez contra la casa de los Habsburgo, en 1848. Para el evento se prepara teatro callejero, con húsares y todo, se bebe el vino caliente que ha sobrado del invierno y, si eres neonazi, te da por olerle la testosterona a tus compadres, te juntas a ondear banderas y a culpar de tus frustaciones a la madre que nos parió. Y de fin de fiesta pues qué mejor que romper papeleras a patadas, liarse a cantazos con las lecheras - flamantes, por cierto - de la rendőrség (policía, en húngaro), cantar un poco por la muerte de los judíos, gitanos, latinos... en definitiva, la humanidad menos ellos.

Me llamó la atención la moda del pañuelo palestino. Sirve tanto de abrigo como para taparse la cara delante de las cámaras de la policía y de la tele, no sea que nos vea la mama y le de un patatús. Pero también se solidarizan con el pueblo palestino, manteniendo que los genocidios son en Gaza, que no fueron en Europa. Como algunos que yo me sé.
Para muestra, un botón. Y no equivocarse, que no son socios del atleti